Esposa nunca recibió regalos de su marido: recibe el primero después de su muerte – Historia del día

En sus más de dos décadas de feliz matrimonio, su esposo nunca le dio un regalo. Por eso se sorprendió cuando encontró un obsequio de su parte el día de su aniversario. Al abrirlo, entendió muchas cosas.

Cuando Grecia Heredia se casó con Víctor Barca, sintió que esa era la mejor decisión de su vida. Él trabajaba haciendo entregas de muebles, y se habían conocido cuando llevó un pedido al hotel donde ella era la recepcionista.

Lo de ellos fue, sin duda, amor a primera vista, y Grecia decidió proponerle matrimonio. Víctor era amable, y su actitud siempre era positiva; por eso se había enamorado perdidamente de él.

Una pareja camina de la mano. | Foto: Unsplash

Una pareja camina de la mano. | Foto: Unsplash

Dos años después de su matrimonio, Víctor consiguió un trabajo como asistente en una gran empresa. Cuando el propietario, el señor Borges, de 92 años, murió, le dejó el negocio, porque no tenía herederos y lo consideraba un hombre de confianza.

Víctor no lo decepcionó, y la empresa alcanzó alturas increíbles bajo su liderazgo. A la única persona que alguna vez decepcionó fue a Grecia.

Por lo que ella podía recordar, su esposo nunca había sido un hombre de detalles y jamás le había hecho un regalo. Víctor no tenía mucho dinero cuando comenzaron su noviazgo, así que Grecia justificaba la situación.

Sin embargo, una vez que consiguió un trabajo estable y comenzó a percibir un buen ingreso, las cosas no cambiaron. Ella nunca entendió por qué él nunca le había obsequiado nada.

Vivían en una casa grande con mucho personal de servicio. Víctor había aportado millones a la caridad; gastaba cantidades escandalosas de dinero en libros y juguetes para niños en orfanatos, y sus hijos, Mía y Rey, habían asistido a las mejores escuelas de la ciudad.

Así que Víctor no tenía problemas en gastar generosamente su dinero, entonces ¿por qué no tenía en cuenta los deseos de Grecia? ¿Acaso no la amaba?

A Grecia esa situación le molestaba profundamente. Esperó varias Navidades, Año Nuevo, Pascuas, cumpleaños y aniversarios, pero nunca recibió nada de Víctor. Es que ni siquiera le preguntaba si quería algo.

Algunos regalos apilados. | Foto: Unsplash

Algunos regalos apilados. | Foto: Unsplash

Una vez, se encontró con sus amigas en un restaurante para almorzar y todas se jactaron de los costosos regalos que habían recibido de sus esposos. Grecia sintió mucha vergüenza cuando Samanta mostró con orgullo el brazalete de diamantes que su pareja le había dado en Navidad.

Su amiga Olivia mencionó cómo su esposo la sorprendía con frecuencia con ramos de flores en su lugar de trabajo. Cuando le preguntaron qué detalles tenía Víctor con ella, tuvo que forzar una sonrisa en su rostro.

“¡Bueno, ya saben cuánto nos queremos Víctor y yo!”, dijo vacilante. “De hecho, prohibimos la práctica de dar regalos porque no entendemos el concepto de mostrar amor con las cosas materiales”, mintió.

Las amigas de Grecia encontraron esto muy difícil de creer. Por dentro, ella solo quería volver a casa lo antes posible porque no sabía cuánto tiempo podría sostener su mentira.

Cuando llegó a casa ese día, ya había tomado una decisión. Intentaría insinuarle a Víctor que quería un broche de diamantes para su próximo cumpleaños. Después de todo, ella le daba regalos en ocasiones especiales, a pesar de que él siempre decía que no era necesario.

Entonces, después tantos años al lado del hombre que amaba y de criar a sus hijos, Grecia pensó que era hora de que su esposo entendiera que ella también deseaba regalos, como todos.

Una semana antes de su cumpleaños, comenzó a darle pistas, que Víctor, por supuesto, no parecía captar. Al menos, eso suponía Grecia, hasta que recibió un paquete de su parte, después de su muerte.

Hombre besa en la frente a su acompañante. | Foto: Pexels

Hombre besa en la frente a su acompañante. | Foto: Pexels

Desafortunadamente, Grecia supo que Víctor tenía cáncer en etapa 4 pocos días antes de su cumpleaños; a él solo le quedaban seis meses de vida. A partir de ese momento, se centró en la salud de su esposo y su cumpleaños y los regalos pasaron a segundo plano.

Ella solo quería que él estuviera a su lado por muchos años, y que recuperara su salud. Sin embargo, Víctor murió siete meses después, y el mundo de Grecia se derrumbó.

Se aisló del resto del mundo, y se hundió en su tristeza. Pasaba las horas mirando las fotos de Víctor, llorando y diciéndole cuánto lo extrañaba.

En la mañana del 28 aniversario de su boda, 10 días después de la muerte de Víctor, Grecia, con los ojos llorosos, estaba sentada en la sala de estar mirando una de sus fotos cuando escuchó el timbre de la puerta.

Al abrirla, no encontró a nadie. Pero luego miró hacia abajo, y vio un paquete con una nota que decía: “De Víctor para Grecia”.

“¿Esto es algún tipo de broma?”. Se quedó estupefacta cuando tomó el paquete y comenzó a abrirlo. En el interior, había una carta y un extraño Calendario de Adviento con 28 casillas. Cada una representaba, en sucesión, los años en que habían estado casados.

Abrió la carta para leerla y no podía dejar de llorar.

Una mujer mayor lee una carta. | Foto: Pexels

Una mujer mayor lee una carta. | Foto: Pexels

Querida Grecia,

Feliz 28 aniversario, cariño. Lamento mucho no haberte regalado nada en todos estos años. Tuve una infancia horrible. Cuando mi madre murió, mi padre se casó con una mujer que solo lo quería por su dinero.

Ella me echó de la casa después de la muerte de mi padre, y se quedó con toda su herencia. Yo tenía tan solo 17 años. Empecé mi vida sin nada más que una casa que, por suerte, mi madrastra no me pudo quitar.

Juré ese día que nunca me casaría con una mujer que me quisiera por mi fortuna. Cuando te conocí, supe que eras la pareja adecuada para mí.

Pero sabes que la riqueza cambia a las personas. Y yo estaba decidido a que nuestra relación mantuviera la misma esencia que los primeros años, donde el amor era nuestro mejor regalo.

Por eso, después de hacernos ricos, decidí ignorar tus deseos, y ahora lo lamento mucho. No fui realmente justo, porque debí tomar en cuenta también lo que tú querías y confiar en que tu esencia jamás cambiaría.

Cuando empezaste a darme pistas sobre el broche de diamantes que querías, me empeñé en conseguirlo para ti. Pero me quedé sin tiempo de vida para compensarte por mis fallas.

En mis últimos días, le pedí a uno de mis amigos que me ayudara a armar esta cosita para ti. Espero que te guste. Incluso después de que la muerte nos separe, te seguiré amando.

Con amor,

Víctor”.

Calendario de Adviento. | Foto: Shutterstock

Calendario de Adviento. | Foto: Shutterstock

Grecia decidió abrir una caja del Calendario de Adviento cada día, empezando por la numerada del 28 y hasta llegar a la número 1. Así fue disfrutando todo aquello que había anhelado durante los últimos años.

La caja 28 tenía el broche de diamantes, la 27 contenía boletos a París, donde habían pasado su luna de miel, la 26 tenía su perfume favorito, la 25 tenía un colgante de diamantes, y así sucesivamente.

Grecia sabía que Víctor ya no estaba con ella físicamente, pero podía sentir su presencia en el regalo tan especial que le había dejado.

¿Qué podemos aprender de esta historia?

  • El matrimonio es de dos, y es importante intentar conocer y comprender al otro. Grecia añoraba que su esposo le diera obsequios en las ocasiones especiales, y Víctor temía que eso cambiara la naturaleza de su relación, lo que provocó que ella se sintiera mal. Cada uno comprendió al otro cuando era muy tarde.
  • No siempre los regalos son un símbolo de amor. Víctor amaba profundamente a su esposa, pero por traumas de su niñez, había decidido no hacerle regalos. Cuando entendió su error, apenas tuvo tiempo de enmendarlo.

Comparte esta historia con tus amigos. Podría alegrarles el día e inspirarlos.

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